sábado, 11 de enero de 2020

Se desarma un tobogán de un parque acuático argentino y una pareja resulta gravemente herida

Un grave accidente tuvo lugar el pasado 3 de enero en el parque acuático Aquopolis, en Mar del Plata, como se puede leer en la la prensa argentina. Una pareja padeció el pasado fin de semana graves heridas al salir despedido de un tobogán de este parque acuático argentino. Como se puede ver en las fotos publicadas por las víctimas en Facebook, el tobogán perdió varios de sus tornillos y había un espacio entre dos secciones del tobogán. El tobogán parece muy antiguo.


Hernán Cobos sufrió una grave herida en su pierna derecha y Noelia Medina traumatismos varios. Ambos habían decidido pasar el fin de semana en un camping y disfrutar del parque Aquópolis, perteneciente al mismo complejo. Pero al lanzarse por uno de los toboganes en gomón y estar próximo a terminar con el descenso, la estructura se abrió en una de las curvas y ambos resultaron con heridas de consideración.

«Íbamos bajando y llegando al final del mismo, el gomón en el que íbamos bordea el límite del tobogán abierto. Es en ese momento cuando el mismo se abre lastimando la pierna de Hernán al punto de dejar a la vista el hueso y yo salgo despedida golpeado mi cabeza y demás partes del cuerpo», explicó la mujer.

La pareja se quejó que la ambulancia tardó aproximadamente 40 minutos. «Como mi golpe era ‘menor’ según ellos, me trasladaron en el asiento del enfermero de la ambulancia y a Hernán en la camilla», indicaron.

«A mí me suturaron la herida de la cabeza con 5 puntos y me dieron medicación para los demás hematomas. Hernán quedó internado. Se le realizó una suturación en la pierna de alrededor de 25 cm. Como yo cuento con obra social me exigieron que continúe mi tratamiento y curación mediante la misma. En el caso de Hernán, como no tiene obra social, dijeron que se harían cargo ellos comunicándose directamente con la clínica sin dirigirse a nosotros ni siquiera preguntar si estábamos bien o necesitábamos algo», continuó.

Una semana después del accidente, Hernán recibió el alta «pero estamos a la deriva, continuamos con dolores y hematomas, y estamos intentando atendernos por nuestros propios medios. Los responsables jamás se dirigieron a nosotros a consultarnos, aunque sea como estábamos. Así estamos los dos, con mucha impotencia y angustia, y con ganas de que a nadie más le vuelva a tocar lo que nos tocó y se lavaron las manos».